En la cuna de la extrema derecha más radical del estado español, se darán cita el pueblo vasco y el pueblo catalán, un cóctel que no necesitará ni prender fuego para que explote. El Athletic de Bilbao representa a toda Euskal Herria, símbolo de un pueblo divido por la política pero en caso de llegar a la final, símbolo de un pueblo unido. El Barça es más que un club, que tiene como deber representar a Catalunya por el mundo.
Es decir, la hipotética final del 13 de mayo en Valencia, puede unir a dos naciones luchando por la Copa del Rey del país que nunca quisieron representar. Paradojas de la vida, paradojas del deporte. Esperaremos acontecimientos, pero el Athletic-FC Barcelona puede ser, la final soñada para el sentimiento independista y una pesadilla para los nacionalistas españoles. Con sólo imaginar la pitada que se llevaría Juan Carlos II al acercarse al palco, se me pone la piel de gallina.
Que a gusto se suele estar durmiendo, soñando ...
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